
La palabra parqué (del francés parquet) describe los largos cuadrados en diagonal que fueron usados en el Palacio de Versalles en 1684, como parquet de nenuiserie (entarimado en madera), para reemplazar el piso de mármol que era bastante complicado de conservar, debido a los continuos lavados que provocaban una erosión entre las juntas de las placas.
En la actualidad, se ha simplificado el proceso de instalación con colas de poliuretano, que mejoran su comportamiento frente a la humedad y aseguran una adhesividad a la solera por décadas y varios acuchillados.
Su uso y longevidad depende mucho del barniz con el que se trate, ya que el daño más frecuente es el agua y la grasa y hasta hace poco tiempo los barnices no eran impermeables, con lo que era necesario una restauración más frecuente.
Una tabla de un grosor entre 8 mm y 12 mm, puede sufrir 3 o 4 acuchillados ya que en cada uno se retiran 2 mm aproximadamente.
El acuchillado
El acuchillado y el posterior barnizado del parqué o tarima es una técnica para restaurar la madera y el barniz que lo protege.
El acuchilla del parqué hacer referencia al método manual con el que se retiraba la capa dañada de la madera mediante el uso de cuchillas o rasquetas. En la actualidad el proceso incluye el lijado y el barnizado.
Las razones más comunes para el acuchillado es el deterioro de la madera.
Fuente: es.wikipedia.org